Usar crédito o préstamos para financiar gastos puede llevar a una acumulación de deudas, lo que genera intereses y obliga a pagar más a largo plazo..
La presión de tener que generar ingresos para cubrir los gastos puede causar ansiedad y afectar la salud mental.
Si gastas dinero que aún no has ganado, puedes quedarte sin fondos para cubrir necesidades básicas o emergencias.
Gastar anticipadamente puede complicar la gestión de tu presupuesto y dificultar la planificación a largo plazo.
Gastar antes de ganar puede reducir la cantidad de dinero que puedes ahorrar para el futuro, limitando tus opciones financieras.
Si el gasto no resulta en ingresos esperados, puede llevar a pérdidas financieras y afectar tu situación económica.